Desde varias generaciones atrás, las paredes húmedas suponen uno de los problemas de mayor gravedad al que se puede enfrentar cualquiera dentro de su propia vivienda. Esto se debe a su estrecha relación con la formación de hongos y moho. Es un fenómeno que no sólo ataca la estructura del edificio, sino que pone en peligro la propia salud también.
El origen de la humedad no siempre es deducible a simple vista; ni siquiera un técnico especializado puede establecerlo sólo con ver las paredes. La experiencia previa dicta que la mayoría de los casos de paredes mojadas tienen su causa en la humedad de remonte capilar, pero hay otras causas posibles. Por lo tanto, no existe una panacea universal contra la humedad en paredes, pero al menos podemos determinar su origen por medio de mediciones.
Estar alerta
En el momento en que se observen los primeros signos de humedad en paredes se debe acudir sin falta a un técnico especializado.
Hasta que venga, se pueden tomar algunas medidas provisionales que ayudarán a combatir la humedad de las paredes. De momento, la humedad se puede atenuar con un calefactor de aire caliente. También ayuda ventilar bien y a menudo. Otra cosa que se puede hacer es pedir prestado un aparato deshumidificador para reducir la humedad ambiental. Nada de esto solucionará los problemas de la pared, por lo que será sólo una medida provisional hasta que llegue el especialista.
Diagnóstico y cura
El técnico traerá aparatos de medición profesionales con los que determinar el alcance de la humedad.
La mayoría de las mediciones pueden hacerse por perforaciones de taladro sin causar mayores destrozos. Si se trata de paredes húmedas por causa de la humedad de remonte capilar, hoy día disponemos de diversas opciones de saneamiento.
Si se escoge un método que conlleve excavar, hay que tener en cuenta que es posible que se destruyan construcciones exteriores que haya que reconstruir posteriormente. Otra posibilidad para poner remedio a la situación es por una inyección en la mampostería de la sustancia adecuada.
