Deshumidificación de ambientes: reducción de la humedad ambiental

Deshumuficador de ambientes

Los muros mojados y las paredes húmedas suponen un grave problema, especialmente en muchas edificaciones antiguas. No sólo causan daños en la mampostería y hacen necesario un mayor consumo en calefacción, sino que además conllevan riesgos para la salud, olor a moho y eflorescencias salinas.

La calidad de vida de los inquilinos decae de la misma manera que el valor de la vivienda. A este respecto, no hay que subestimar el aumento de la humedad ambiental dentro de las habitaciones afectadas. En ocasiones puede bastar un aislamiento térmico defectuoso o una plaga de moho todavía indetectable a simple vista para que se dispare el indicador del hidrómetro.

Junto con el saneamiento de las mamposterías y la eliminación de la causa de la humedad acumulada, es recomendable y urgente la deshumidificación del ambiente para que disminuya la humedad ambiental.

Procedimientos

La deshumidificación del ambiente se puede realizar por diversos medios, sistemas o procedimientos. A veces basta con airear correctamente, ya sea aireando una vez o durante mucho tiempo, con las puertas abiertas o cerradas. Si el hidrómetro no muestra poco después un descenso de la humedad ambiental, para lograr la correcta deshumidificación del ambiente será preciso emplear un deshumidificador de aire. Si éste es el caso, tenemos dos alternativas: un deshumidificador eléctrico, o bien un deshumidificador químico.

Deshumidificadores

Los deshumidificadores químicos funcionan con sustancias deshidratadoras, tales como granulados o silicatos, los cuales pueden hacer que el agua presente en el aire vaya goteando dentro de un recipiente, o absorberla directamente. Esta forma de deshumidificación del ambiente tiene la ventaja de que opera de una forma totalmente libre de olores y el inconveniente de que hay que cambiar el deshumidificador cada cierto tiempo.

Deshumidificadores de aire eléctricos

Por su parte, los deshumidificadores de aire eléctricos contienen un ventilador que va removiendo el aire y un compresor de refrigeración, que a su vez va absorbiendo el aire y condensando la humedad para congelarla. Cuando la capa de hielo es demasiado gruesa, el deshumidificador cambia al modo de calor y la condensación va goteando en un recipiente.