Aunque el factor estético en la fachada de una vivienda sea una de las primeras cosas en las que pensamos al buscar pintura para exteriores, la realidad es que la función de estas pinturas va mucho más allá.
“Uno de los objetivos más importantes de cualquier pintura para exteriores es la de proteger las fachadas de los daños causados por la humedad y demás agentes ambientales.”
Por eso, es importante seguir de cerca aquellos factores que señalan que la pintura de tu vivienda o edificio ya está perdiendo sus propiedades.
Aspectos que influyen en la duración de una pintura para fachadas
Hay que considerar que no todas las pinturas tienen las mismas propiedades protectoras, por lo que vale la pena conocer cuáles son los principales factores que influyen en la durabilidad de la pintura en una fachada, causando daños a nivel estético o estructural.
Aplicación
La durabilidad de cualquier pintura aplicada a una fachada depende en gran medida de todo el trabajo preliminar que se haya realizado antes de aplicarla.
“Es fundamental que la fachada que se desea pintar se encuentre libre de polvo y otros agentes que puedan afectar la adherencia.”
Igualmente, la humedad superficial es otra patología que debe corregirse antes de pintar cualquier superficie.
En caso de no preparar la superficie de manera adecuada, con el paso de los meses podría manifestarse agrietamiento, desprendimiento y manchas en la superficie pintada, disminuyendo así la durabilidad de la pintura de manera adecuada.
Mantenimiento
El mantenimiento regular es otra de las claves para garantizar la máxima durabilidad de cualquier pintura de exterior.
Después de su aplicación, es necesario estar atento a cualquier síntoma de desprendimiento, presencia de moho o acumulación de polvo en la superficie de la misma.
En caso de que existan algunos de estos inconvenientes, es indispensable aplicar las medidas correctivas cuanto antes.
En caso de no hacerse, la degradación de la pintura se acelerará, disminuyendo así la durabilidad de la misma.
Exposición a los rayos solares
Aunque muchas pinturas vengan formuladas para soportar la exposición a los rayos solares, la realidad es que, mientras mayor sea la exposición a la radiación solar por parte de la fachada pintada, más rápido será el desgaste en el acabado de la pintura.
Por esta razón, es común que en zonas muy soleadas o en áreas donde el sol proyecta sus rayos la mayor parte del día, se vea una mayor pérdida de color en la pintura.
Aunque sea difícil poder combatir contra este factor, lo cierto es que la durabilidad de una pintura de exterior será mayor en áreas nubladas o donde la exposición al sol no es tan agresiva.
Calidad
Generalmente, las pinturas de baja calidad no cuentan con componentes capaces de proteger los pigmentos de la misma.
Esto hace que queden expuestos, haciendo así que su durabilidad sea inferior.
Cercanía al mar y salinidad
La presencia de salinidad es otro factor capaz de acelerar el desgaste de una pintura. Por este motivo, es necesario aplicar manos de pintura con mayor regularidad en regiones costeras, ya que la sal presente en el aire es capaz de adherirse a la superficie de los inmuebles.
Al igual que como ocurre con los rayos UV, este factor ambiental no puede ser controlado, por lo que, para tener una mayor durabilidad en el acabado estético de la fachada, se recomienda el uso de pinturas de calidad.
¿Qué propiedades debe proporcionar una pintura de exteriores?
Como se ha dicho, la principal función de una pintura de exteriores no es otra que brindar protección frente a los agentes ambientales que pueden deteriorar la integridad de un inmueble. Por esta razón, vamos a conocer las propiedades que debe tener cualquier pintura para fachadas.
Limpieza
Una de las principales diferencias entre una pintura cualquiera y otra formulada para estar sometida al exterior es su limpieza.
Cualquier pintura para exteriores debe ser capaz de soportar el lavado manual (por ejemplo, con una limpieza con agua a presión) o natural (por parte de la lluvia). Todo esto sin perder sus propiedades o sufrir desgaste.
Evitar la formación de moho y humedad
Todas las pinturas de exteriores que se consideran de calidad son capaces de soportar todo tipo de condiciones meteorológicas.
Así, debe funcionar como una barrera frente a la formación de moho y acumulación de humedad en su superficie y bajo de ella.
Impermeabilidad
Posiblemente la impermeabilidad es una de las cualidades que no puede faltar en cualquier pintura para exterior.
“La composición de este tipo de pinturas suele formularse para prevenir la filtración de agua a través de la fachada.”
Esto resulta fundamental para conservar la estructura seca y libre de humedades que pueden afectar la integridad física de la misma.
Transpirabilidad
Otro factor clave para elegir una pintura de calidad es conocer si la misma es transpirable. Una buena pintura de en fachadas debe ser capaz de permitir el paso de la humedad y el aire a través de sus poros.
De esta manera, se evita la formación de manchas provocadas por humedad en la superficie de los muros.
Protección a los rayos ultravioleta
La radiación solar es uno de los agentes ambientales más agresivos contra la durabilidad de una pintura de exteriores.
La exposición constante de una fachada frente a los rayos del sol es capaz de degenerar el acabado de la pintura y causarle una pérdida de color.
Las mejores pinturas para exteriores protegen la fachada de los efectos del sol y ayudan a mantenerla en buen estado por muchos años.
Adherencia
Aunque sea un factor subestimado, lo cierto es que la adherencia juega un papel fundamental al momento de aplicar cualquier tipo de pintura.
“Independientemente del tipo de superficie donde se aplique, una buena pintura debe adherirse y mantenerse así a lo largo del tiempo.”
Claro está, para que esto sea posible, es necesario preparar la superficie antes de aplicar la pintura.
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